martes, 25 de agosto de 2009

No te rindas (XIV)

Suspiro. Respiración fuerte, habitación oscura.
La mano. Por encima del calzoncillo. Pene erecto.
Un beso en la piel, a la altura del vientre.
El pelo largo que se desliza por la piel. Los labios húmedos en busca de más.
El calzoncillo se desliza hacia abajo, el glande descubierto.
Los labios lo alcanzan.
Otra mano, más firme, más robusta, alcanza la cabeza que ya mece sobre los genitales.
La mano frena, para en seco, firme, sin admitir discusiones.
“No estoy de humor, Julia”
Los labios ahora saben a agrio.
Los ojos miran hacia la persiana, completamente sellada.
Qué mal sabor de boca.


XIV. Alberto y los grupos
Alberto forma parte de dos grupos en su compañía. Se llaman Task Forces. El primero es un grupo compuesto por representantes de todas las oficinas de Europa y tiene como objetivo mejorar y optimizar el control de las cuentas. Se estudian flujos de trabajo, sistemas de gestión y procedimientos que agilicen el día a día de la compañía, con el fin último de lograr un mayor control sobre gastos, facturación, pagos y demás trámites económicos.

Alberto también forma parte de otra Task Force, esta vez exclusiva de la oficina de Madrid, por la que se analizan los procesos en las actividades de marketing. Este grupo lo forman un representante del departamento de marketing, otro del departamento de ventas y él, como representante del departamento financiero que, al fin y al cabo, es quien suelta el dinero en base a un presupuesto preestablecido.

En teoría, los grupos requieren un número determinado de reuniones periódicas para comprobar el andamiento de cada Task Force. En el caso del grupo internacional, esto se produce cuando concurren los company meetings. El grupo español, por otro lado, no se reúne casi nunca y lo poco que hace o consigue lo comunica a través del correo electrónico o de la Intranet, que aloja espacios reservados para dichos grupos.

Alberto considera el trabajo en grupo como algo necesario, pero que exige una coordinación jerarquizada, para que las cosas no estén fuera de control. Él asume la dirección del grupo español y se ha convertido en algo parecido a un “vicepresidente” del grupo internacional.

Alberto comprueba que los grupos tienen mucho éxito en Facebook. Representan una necesidad de pertenecer a algo, fiel reflejo de la vida real. La gente necesita pertenecer: a un partido político, a un equipo de fútbol, a un club de jubilados, lo que sea. De hecho, es la forma en la que la persona se identifica con sus semejantes. Alberto cree que el ser humano se tiene que proteger de la soledad a través de la pertenencia a un grupo.

Alberto siente curiosidad por los grupos a los que pueda pertenecer su hijo. Facebook le supone una excelente oportunidad para entender con quién se identifica Jorge. El perfil de Jorge le permite a Alberto hurgar en sus grupos, en las páginas que sigue. Mucha música identifica a Jorge con los demás. Jorge pertenece a muchos grupos, casi todos ellos relacionados con el tema.

Alberto descubre nombres de grupos, cantantes, géneros musicales que no había oído en su vida. Al parecer, Jorge y sus amigos – por ende, su grupo – atienden a muchos conciertos. Jorge ha estado en varios festivales, en todas partes de España y Portugal. Por eso, piensa Alberto, fines de semana en los que Jorge no ha dado señales de vida. Alberto tampoco está muy seguro de si es que, a lo mejor, Jorge estaba pero él no le vio. No. Supone, Alberto, que Jorge no estaba. Iba a sus conciertos.

Alberto no sabe nada de música, o muy poco; lo básico, vamos. Pero Jorge es, por lo visto, una eminencia. Muchos comentarios en su muro son peticiones. Sus amigos le piden información acerca de este grupo o de este otro cantante. Jorge contesta siempre. Con mucha pericia, además. Los amigos de Jorge le agradecen sus consejos e informaciones. Jorge tiene sus fuentes. Jorge sabe de lo que habla. Jorge colabora y corrige entradas en Wikipedia. Alberto ha oído hablar de Wikipedia, pero todo lo que ha oído son cosas malas. Uno no se puede fiar de una supuesta enciclopedia, si ésta la crea y la edita la gente de la calle. Las enciclopedias las crean los eruditos, los estudiosos. Así es. No la gente de la calle. En Internet, no existe la calle, se da cuenta Alberto.

Alberto pincha en el grupo creado por Jorge. Es el grupo del grupo de Jorge. Jorge es músico, compositor y líder de una banda musical. Jorge toca la guitarra. Alberto está convencido de no haber oído nunca una guitarra en casa. No es posible para Alberto que Jorge sea un músico, un guitarrista. Jorge no tiene guitarra. ¿O sí?

Alberto se sorprende de que el grupo de Facebook del grupo de Jorge tenga más de cuatrocientos miembros. Si Jorge tiene doscientos treintaisiete, perdón, hoy son ya doscientos cuarenta y dos, amigos, ¿cómo puede tener el grupo de su grupo más de cuatrocientos miembros? Jorge es, entonces, selectivo a la hora de agregar amigos en Facebook.

Alberto entra en la página de Facebook del grupo de Jorge. Alberto se sorprende aún más. Los fans del grupo de Jorge son más de setecientos. Alberto opta por hacerse fan de la página del grupo de Jorge. Y no es todo. La página proporciona otro enlace al que el grupo de Jorge da mucha importancia: MySpace. Allí es donde, supuestamente, es posible escuchar la música del grupo de Jorge.

Alberto no entiende muy bien de qué va MySpace. Es como un Facebook, pero más confuso. Y confuso le resulta también el look del espacio del grupo de Jorge.

Alberto se atreve a escuchar una canción del grupo de Jorge. No sabe si le gusta o no. Eso sí, mala no le parece. Alberto está horrorizado con la idea de tener que pasar por otra hoja de registro y hacerse miembro de MySpace, con tal de seguir el grupo de Jorge. Alberto cree que puede conformarse con Facebook. Total, siempre podrá entrar en MySpace como anónimo y escuchar las canciones del grupo de Jorge.

Jorge tiene una voz potente. Jorge tiene una voz preciosa.

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No te rindas by Marco Odasso is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 España License.

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