jueves, 20 de agosto de 2009

No te rindas (IX)

IX. Alberto y Jorge 2.0
Una hora. Jorge aún no le ha aceptado como amigo. Alberto supone que no estará delante del ordenador. Estará fuera.

Una hora y doce minutos. Alberto se da cuenta de que lleva casi dos horas enganchado al Facebook. Es hora de sacar un resumen de la reunión. Por cierto, quedan tres cuartos de hora antes de la supuesta quedada en Los 20 pintxos, a la que aún no ha decidido si asistir. ¡Sí que lo ha hecho! En Facebook ha confirmado su asistencia.

Una hora y diecisiete minutos. Alberto echa de menos un café. Se quiere despejar antes de seguir analizando datos. Le pide a la secretaria su café negro sin azúcar. Los datos de ventas fallan en algo y no sabe el qué. Eso sí, los de marketing no se han gastado ni un euro más de lo previsto hasta la fecha. El cambio de responsable surtió su efecto.

Una hora y veintiocho minutos. Alberto comprueba que le han llegado otros tres mails de Facebook. Ninguno de ellos es la confirmación de que su hijo le ha aceptado como amigo. El margen bruto sobre ventas está por debajo del 45%. Las cosas no pintan muy bien para el tercer trimestre.

Una hora y treintaisiete minutos. Quedan veinte minutos para la quedada en Los 20 pintxos. Es más, queda por calcular en qué porcentaje real se está pinchando el trimestre. Jorge no da señales de vida.

Una hora y cuarenta y tres minutos. Alberto decide desconectar un poco y, por qué no, abre Facebook. En el buscador, introduce el nombre de su hijo. Pincha en él y descubre que no están en la misma red. Jorge está en Spain. “¿Y yo dónde cojones estoy?”, piensa alterado Alberto. Busca en su perfil si puede cambiar de red. No sabe dónde. Esto de la configuración es una mierda, cree Alberto, ya que no se encuentra nada a la primera.

Una hora y cincuenta y tres minutos. Por fin, Alberto encuentra que está dado de alta en la red de Alemania. ¿Alemania? Alberto entiende que, al estar conectado al servidor alemán por VPN cuando se dio de alta, Facebook pensó que estaría allí viviendo. “No”, le contesta Alberto a Facebook. No es tarde para cambiar de red. En un par de minutos, lo consigue.

Una hora y cincuenta y siete minutos. Por fin, va a poder ver el perfil de usuario de su hijo. ¡Mierda! La quedada. Que les den. No. Si ha dicho que quedaría pues tiene que ir.

Dos horas. Al cerrar el Outlook, Alberto se da cuenta de que Jorge ha aceptado su solicitud de amistad. Tarde. El ordenador también se está apagando.


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No te rindas by Marco Odasso is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 España License.

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